¿El robo de salarios en la industria de la construcción está llegando a un punto crítico?

El robo de salarios en la industria de la construcción está surgiendo rápidamente como un problema global que afecta a millones de trabajadores a través de las fronteras.

Obreros participan en un proyecto de construcción de ferrocarril. (Imagen: Adobe Stock)

Desde los países desarrollados hasta las economías emergentes, los trabajadores de la construcción son cada vez más vulnerables a la explotación, y el robo de salarios adopta diversas formas, como el impago de horas extras, las deducciones ilegales, la declaración incompleta de horas y la clasificación errónea de los trabajadores. Dado que la construcción es una de las industrias más críticas del mundo, la magnitud global del robo de salarios plantea importantes desafíos para los derechos laborales y la justicia económica.

Si bien el costo global del robo de salarios es difícil de cuantificar con precisión, debido a la falta de denuncias y a los distintos grados de recopilación de datos entre países, estimaciones y estudios recientes ofrecen una idea de la magnitud del problema. En Estados Unidos, se estima que el robo de salarios cuesta a los trabajadores más de 15 000 millones de dólares estadounidenses al año (Economic Policy Institute).

En el Reino Unido, el robo de salarios a través del trabajo no remunerado y otras formas de incumplimiento salarial cuesta a los trabajadores 1.200 millones de euros (1.270 millones de dólares) al año (Trades Union Congress). En Australia, un estudio del Instituto McKell reveló que el robo de salarios cuesta a los trabajadores al menos 1.350 millones de dólares al año.

El robo de salarios no se limita a una sola región o sector laboral. A menudo se dirige a trabajadores migrantes y de bajos ingresos, quienes constituyen una parte significativa de la fuerza laboral de la construcción. En los países en desarrollo, la situación puede ser aún más grave. En muchos casos, estos trabajadores cuentan con escasas protecciones legales y se resisten a denunciar el robo de salarios por temor a represalias o deportación.

Dirección y defensa

Una de las principales razones por las que el robo de salarios está tan extendido en la industria de la construcción es la falta de mecanismos sólidos de protección laboral y cumplimiento. Incluso en países con leyes laborales sólidas, la transitoriedad de las obras de construcción dificulta su cumplimiento. Los trabajadores de la construcción suelen trasladarse de una obra a otra. Sin protección sindical ni convenios colectivos, tienen pocos recursos cuando les roban sus salarios.

En los países en desarrollo, las leyes laborales suelen ser débiles y su aplicación es mínima. Los empleadores pueden explotar a los trabajadores con impunidad, sabiendo que los organismos reguladores carecen de los recursos o la voluntad política para exigirles responsabilidades. En consecuencia, la ventaja en costos para las empresas que optan por esta vía puede generar una verdadera diferenciación con respecto a la competencia.

Dicho esto, los expertos legales reconocen que la mejor primera línea de defensa suele ser conocer bien a los socios comerciales, asegurarse de que tengan los medios para pagar a los empleados y generar confianza en esa relación laboral. Además, animar a las organizaciones laborales a promover y aplicar mejores protecciones, a la vez que se conciencia constantemente sobre el robo de salarios, será de gran ayuda.

Otro componente clave es empoderar a los trabajadores para que aboguen por sí mismos a través de programas educativos, informándoles sobre sus derechos y apoyando la formación de sindicatos.

Hoy en día, la tecnología ofrece una gama de soluciones innovadoras para combatir el robo de salarios. Los sistemas basados en IA y la tecnología blockchain permiten rastrear las horas trabajadas y garantizar que los pagos se realicen de forma transparente y puntual. Al crear un registro digital inmutable de las transacciones, estas herramientas pueden ayudar a prevenir el robo de salarios y a exigir responsabilidades a los empleadores.

La construcción global puede y debe mejorar. Abordar el problema del robo de salarios a nivel mundial no solo es una responsabilidad legal y ética, sino también una forma de construir una industria más sólida y sostenible.