Los cambios en la inmigración exigen adaptación de la industria

Si algo hemos aprendido en el mundo de la construcción global es que las previsiones laborales no influyen en las disrupciones. Actualmente, los cambios en las normas de inmigración tanto en el Reino Unido como en EE. UU. están transformando quiénes acuden a las obras y la velocidad con la que avanzan los proyectos.

Los recientes cambios radicales en el Reino Unido, por ejemplo, han elevado el umbral de visa para trabajadores calificados a RQF 6+ (Marco de Calificaciones Regulado), excluyendo efectivamente a la mayoría de los oficios de la construcción, desde carpinteros y albañiles hasta electricistas y operadores de planta.

De repente, puestos que antes ocupaban habitualmente trabajadores migrantes requieren salarios de nivel de posgrado o nuevos patrocinios. Mientras tanto, el sector de la construcción ya se enfrentaba a una escasez de aproximadamente 250.000 trabajadores, y con los ambiciosos objetivos de vivienda y descarbonización aún vigentes, las nuevas normas amenazan con convertirlos en inalcanzables.

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Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, la intensidad de las medidas de control está alcanzando nuevos máximos. Las redadas de ICE y las auditorías de los formularios I-9 están en aumento. Las empresas constructoras, especialmente las que trabajan con personal extranjero, ahora deben gestionar el riesgo migratorio con precisión: prepararse, capacitarse y mantenerse alerta. Esto implica auditorías internas de los formularios I-9, equipos de respuesta legal listos para atender visitas sorpresa y canales de comunicación transparentes, tanto internos como con los empleados. Para muchos, se ha vuelto tan esencial como las charlas prácticas de seguridad.

Construido sobre la adaptación

Huelga decir que el desafío es complejo. Pero también lo son las oportunidades para quienes estén dispuestos a planificar con un propósito. En el Reino Unido, esto podría significar redoblar los esfuerzos en programas de aprendizaje, la formación continua y las colaboraciones con universidades locales. En EE. UU., podría ser necesario ampliar la red para atraer a más veteranos, mujeres y candidatos no tradicionales.

El cumplimiento también se ha convertido en algo más que una simple cuestión de cumplir. Especialmente en Estados Unidos, medidas proactivas como las auditorías periódicas del formulario I-9, la capacitación de recursos humanos y supervisores de obra sobre cómo gestionar posibles visitas de ICE y la elaboración de un plan de respuesta legal claro pueden convertir lo que podría ser una vulnerabilidad en una ventaja competitiva.

La flexibilidad también es importante. Si las normas de visado son restrictivas en un país, pero más flexibles en otro, piense de forma creativa. Quizás un operador de grúa de una sucursal del Reino Unido pueda apoyar temporalmente un proyecto en EE. UU., o un gerente de proyecto en Estados Unidos pueda ser reasignado al Reino Unido durante una fase crítica. Además, controle los plazos de inmigración, ajústelos a los cronogramas de su proyecto y esté preparado para asignar recursos donde más se necesiten.

Y no subestime el poder de la defensa. Ya sea el Ministerio del Interior en Londres o el Departamento de Seguridad Nacional en Washington, D. C., nuestro sector necesita un lugar en la mesa. La eliminación de oficios clave como aparejadores o soldadores de las listas de elegibilidad puede tener consecuencias en cada reconstrucción, proyecto de infraestructura y elevación. Colabore con las asociaciones gremiales, escriba a los responsables de la toma de decisiones y alce la voz cuando los riesgos de las políticas no se ajusten a las demandas del mundo real.

Por último, comparta lo que funciona. La red global de SC&RA representa una ventaja única. Si un miembro en Londres ha dominado un modelo de capacitación rápida, o un equipo en Calgary ha dominado la programación escalonada de la fuerza laboral, ese conocimiento puede ahorrar tiempo, costos y riesgos a miembros en mercados completamente diferentes.

Las normas de inmigración no se estabilizarán de la noche a la mañana, y todos sabemos que volverán a cambiar. Pero la construcción se basa en la adaptación. Con planificación estratégica, cumplimiento proactivo y colaboración transfronteriza, estas disrupciones se convierten en desafíos de diseño, no en obstáculos. Las empresas que abordan la planificación de la fuerza laboral con la misma disciplina que aplican a la planificación de proyectos serán las que sigan avanzando cuando las normas inevitablemente cambien de nuevo.