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Navegando el impacto de la IA en la construcción y la responsabilidad
07 octubre 2024
A estas alturas, la mayoría comprendemos que la industria de la construcción ha sido tradicionalmente más lenta en adaptar la tecnología a sus operaciones, con un número relativamente alto de tareas que siguen siendo manuales o semimanuales. Sin embargo, la creciente escasez de trabajadores continúa afectando muchas de estas operaciones, en todos los sectores de la industria. Y ahí es donde entra la inteligencia artificial.

Nos guste o no, la inteligencia artificial (IA) está transformando la industria, aportando nuevas eficiencias y capacidades a todos los niveles del entorno laboral. Desde el análisis predictivo y la gestión de riesgos hasta la planificación y automatización de proyectos, la IA se está convirtiendo rápidamente en una herramienta esencial en la construcción moderna.
Sin embargo, a medida que se expande el rol de la IA, la complejidad de sus sistemas plantea interrogantes sobre quién es responsable cuando algo sale mal. Por ello, es cada vez más importante comprender que la integración de la IA en proyectos de construcción conlleva nuevos riesgos, especialmente en cuanto a la rendición de cuentas, la privacidad de los datos y la responsabilidad.
Responsabilidad y obligación
Una de las principales preocupaciones legales en torno a la IA en la construcción es determinar la responsabilidad cuando las decisiones o acciones impulsadas por ella resultan en daños, lesiones o fracasos del proyecto. Tradicionalmente, la responsabilidad recae en contratistas, ingenieros o arquitectos. Sin embargo, cuando los sistemas de IA desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones, resulta difícil determinar la culpa.
Por ejemplo, si un sistema de IA malinterpreta los datos y provoca una falla estructural, ¿quién es responsable? ¿El desarrollador del software de IA, el contratista que se basó en la decisión de la IA o la empresa constructora que la empleó? Estas preguntas resaltan la necesidad de marcos legales claros que aborden la responsabilidad relacionada con la IA en la construcción.
Además, el uso de IA en la construcción suele implicar la recopilación y el procesamiento de grandes cantidades de datos, incluyendo información personal de trabajadores y clientes. Estos datos se utilizan para entrenar sistemas de IA, optimizar procesos y optimizar la toma de decisiones. Sin embargo, el manejo indebido o el acceso no autorizado a estos datos podría acarrear importantes repercusiones legales.
Las empresas constructoras que implementan IA deben asegurarse de cumplir con las leyes de privacidad de datos, como la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) en EE. UU. y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa. De lo contrario, podrían surgir litigios costosos, no solo por filtraciones de datos, sino también por el uso indebido de los datos en los sistemas de IA.
En cuanto a los contratos, muchos contratos de construcción actualmente no contemplan el uso de IA, lo que genera controversias sobre la interpretación de su función en el cumplimiento de las obligaciones contractuales. Por ejemplo, si un sistema basado en IA no cumple una tarea específica estipulada en el contrato, puede que no esté claro cómo abordar el incumplimiento. Esta falta de claridad podría dar lugar a prolongados litigios entre las partes interesadas.
Mantenerse enfocado
Como ocurre con casi cualquier riesgo empresarial, las constructoras deben seguir comprendiendo y abordando de forma proactiva los posibles problemas legales relacionados con la implementación de la IA en sus sistemas y procesos. Esto podría implicar la revisión de los contratos para definir claramente el papel de la IA y establecer marcos de responsabilidad para las decisiones basadas en ella. Además, las constructoras deben priorizar la privacidad y la seguridad de los datos, garantizando el cumplimiento de la normativa pertinente para evitar litigios.
Además, a medida que la IA continúa evolucionando, las empresas constructoras deben mantenerse al tanto de las leyes y regulaciones que podrían afectar sus operaciones. De esta manera, pueden reducir la probabilidad de litigios y seguir aprovechando la IA para optimizar sus proyectos.
De hecho, la IA revolucionará casi con certeza la industria de la construcción, ofreciendo numerosos beneficios en términos de eficiencia, seguridad y ahorro de costos. Pero, como ocurre con casi todas las eras de avance, quienes se benefician de ellas deben mantenerse alerta, informados y proactivos para aprovechar el potencial de ese cambio y minimizar sus riesgos.
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