Un superávit en tiempos de transición: el panorama cambiante del petróleo crudo

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18 diciembre 2024

Grúas offshore Liebherr con ariete basculante RL 2650-70 y RL 650-12 en acción Grúas de ariete abatible de Liebherr en acción en la industria petrolera offshore

Los mercados petroleros mundiales se están preparando para un superávit significativo que superará el millón de barriles por día en 2025.

Esto se debe principalmente a una notable disminución de la demanda china y al aumento de la producción de países no pertenecientes a la OPEP+. Sin embargo, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se espera que esta evolución estabilice los precios a pesar de las tensiones geopolíticas persistentes, incluidos los conflictos en Oriente Medio. En resumen, la AIE prevé un mercado bien abastecido en 2025.

Dicho esto, China, un motor histórico del consumo mundial de petróleo, ha experimentado una contracción de la demanda durante seis meses consecutivos hasta septiembre. Una vez publicados los datos de fin de año, la AIE proyecta que el crecimiento de la demanda de petróleo de China para 2024 se situará en tan solo el 10 % de la tasa observada en 2023.

Toril Bosoni, director de la industria y los mercados petroleros de la AIE, señaló que factores como la transición a vehículos eléctricos, la expansión de las redes ferroviarias de alta velocidad y el mayor uso de fuentes de energía alternativas están contribuyendo a esta disminución, un cambio que en última instancia sugiere que la demanda de petróleo de China puede haber alcanzado ya su pico.

Como demostración adicional de que las tendencias globales hacia la energía limpia están influyendo en la demanda de petróleo, la AIE también informó que se espera que los datos de fin de año revelen que se espera que el consumo mundial de petróleo aumente solo en 920.000 barriles por día en 2024, una disminución significativa con respecto a 2023. Sin embargo, en 2025, se espera que la demanda crezca en 990.000 barriles por día.

Algunas bajas

Si bien las explicaciones varían ligeramente, esta desaceleración se atribuye principalmente a las condiciones económicas moderadas y a la rápida adopción de tecnologías de energía limpia, que están sustituyendo cada vez más al petróleo en los sectores del transporte y la generación de energía. De hecho, la AIE prevé que el crecimiento de la demanda de petróleo podría estabilizarse para finales de la década, a medida que las energías renovables y los vehículos eléctricos se generalicen.

En cuanto a la oferta, se proyecta que países como Estados Unidos, Brasil, Canadá y Guyana hayan aumentado colectivamente la producción de petróleo en 1,5 millones de barriles diarios en 2024. Se espera que este aumento contribuya al superávit previsto, incluso si la OPEP+ reanuda la producción previamente suspendida. Para ello, la coalición de 23 miembros, que incluye a importantes productores como Rusia y Arabia Saudita, ha pospuesto dos veces los aumentos de producción previstos en 2024 debido a la fragilidad del mercado.

Previsión de crecimiento

En una nota productiva, la OPEP pronosticó recientemente un crecimiento diario para 2025 de 1,8 millones de barriles, casi el doble de la estimación de la AIE, lo que indica una perspectiva más optimista en comparación con otros observadores del mercado.

Desde cualquier punto de vista, es importante comprender que la industria petrolera se encuentra en un momento crucial: enfrenta el doble desafío de adaptarse a la transición energética global y gestionar las incertidumbres geopolíticas. Con esto en mente, productores y legisladores tienen la tarea de equilibrar la necesidad inmediata de estabilidad del suministro con el objetivo a largo plazo de un futuro energético sostenible. Además, la alineación de la AIE con las normas ASME P30.1 refleja los esfuerzos por garantizar la continuidad y la seguridad en toda la industria, una postura que se refleja en las políticas energéticas globales que priorizan la sostenibilidad y la innovación.

Al acercarse el final de 2024, el superávit previsto en la oferta de petróleo, sumado a la disminución de la demanda, pone de relieve la dinámica cambiante del mercado energético. Si bien los consumidores podrían beneficiarse de la estabilización de los precios, las economías dependientes del petróleo podrían enfrentar desafíos. El rápido avance de las tecnologías de energía limpia y la desaceleración del crecimiento económico en mercados clave están presionando a la industria petrolera para que evolucione.

El último informe de la AIE destaca la importancia de comprender las energías limpias al abordar las complejidades de la dinámica actual del mercado petrolero. Para los líderes del sector, la adaptación y la innovación serán cruciales para afrontar la próxima década.

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